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Andrés Marín Martínez
Periodista manizaleño. Tengo como oficio informar, pero mi pasión está en narrar las historias que caen en mis manos. Cuento 23 años de experencia en: Red+ Noticias, Cablenoticias, Canal Capital, El Tiempo, City TV, Noticiero Nacional, Noticiero Hora Cero, Radio Santa Fe, Séptimo Día y Crónicas RCN. Algunos de mis trabajos han sido galardonados con los premios Alfonso López Michelsen-2022, Orlando Sierra-2021 y 2023, Mención de honor Álvaro Gómez Hurtado y CPB-2004.+ info
Subasta en Bogotá: Botero, Picasso o Grau
Una casa de subastas celebra ocho años de actividad en Colombia con una puja multimillonaria que trae obras de reputadas firmas colombianas y extranjeras.
La acompasada y profunda voz del martillo de arte Jorge Pradilla, orgulloso campesino de la sabana, se escuchará este miércoles 12 de junio en el Gun Club de Bogotá cuando comience la subasta número 30 de la casa Lefebre, compañía que les permitirá a 360 amantes del arte pujar por obras de firmas tan reputadas como Pablo Picasso, Fernando Botero, Enrique Grau, David Manzur o Alejandro Obregón.
Pradilla, hombre de campo, conocedor de ganado, se le midió en su vida a la venta de lotes y remates de caballos. Ese tejemaneje le permitió dar el salto a un rol similar, pero en el mundo del arte. Lo agropecuario, un tanto primario e informal, no fue obstáculo para que Pradilla, confeso adicto a los micrófonos, atendiera la invitación de amigos que se lo imaginaron en ese espacio tan atildado, a veces tan distante de la realidad, como lo es la venta de arte, joyas o monedas. Hoy, Pradilla es uno de los más reconocidos martillos de arte en Colombia, esas figuras que moderan y dirigen las subastas más relevantes del país.
Para este miércoles, 90 obras (lotes) serán presentadas por Pradilla, que dejará su nombre para asumir el de Lefebre, ante esas 360 personas que pujarán presencialmente o vía remota, desde cualquier lugar del mundo.
Catalina Martínez, directora de Lefebre Subastas, le contó a Red+ Noticias que por medio de la plataforma Invaluable hay 90 personas inscritas, mientras que en la casa Drouot, líder de las subastas raras y de colección en el mundo, ya hay 120 inscritos.
La de este miércoles es una subasta representativa porque responde a una minuciosa selección de obras que permite conmemorar los ocho años de Lefebre Subastas en Colombia. Martínez revela, además, que la selección de obras de los principales artistas colombianos, algunos del ámbito mundial, llevó a que penosamente se quedaran algunos exponentes por fuera. Sin embargo, con orgullo, sostiene que en este catálogo también vienen con el primer impresionista colombiano: Andrés de Santamaría, incluso habrá piezas de Ana Mercedes Hoyos, Joaquín Torres García, Marlene Hoffman, María Villa, Beatriz González, Ómar Rayo, Édgar Negret, y muchos más.
¿Hay que tener un dineral?
Seguramente, quienes asistan a la subasta llevan unos pesos en el bolsillo, así sea para unos whiskys, pero de entrada es bueno saber que si quiere llevarse a casa una de las 90 obras en subasta debe tener, bajito: $ 500.000, si es que nadie puja por la obra Álbum de la comisión corográfica, compuesto originalmente por 159 láminas que reproducen los dibujos originales del S. XIX conservados en la Biblioteca Nacional de Colombia (aunque faltan 11 de esas láminas).
En la escala de valores, la siguiente obra más asequible tiene un precio de salida a subasta de $ 1’200.000, es una obra sin título, en técnica mixta sobre tela, de María Villa, que tiene su firma y mide 23 X 17 cm.
Lefebre Subastas actúa en calidad de intermediario en las ventas, no son los propietarios de las obras que vienen de mercados secundarios. Ellos tienen la verificación de procedencia de las mismas y los certificados de autenticidad respectivos.
Por ejemplo, la tinta sobre papel de nombre Corrida, del español Pablo Picasso, de la cual no han develado su valor, trae una certificación de uno de sus hijos. Un cuadro de Fernando Botero tiene la “anotación de obra de mano del artista”, la insignia del maestro y un certificado de autenticidad que había entregado el propio Botero vía correo electrónico.
La María Mulata, de Enrique Grau, y que saldrá a la venta con un precio de $ 150’000.000, viene con la certificación de la Casa Grau. Y así, en general, todas las piezas que llegan a esta subasta “tienen respaldos particulares o verificación de procedencia”.
Las tres más caras
Para Lefebre Subastas es casi que incalculable el valor de las 90 obras juntas. Aunque cada una tiene un precio base de salida, lo más seguro es que después de la subasta cada una adquiera un valor que haga crecer el costo completo del catálogo.
Las obras del maestro Fernando Botero han crecido en precio después de su muerte, el 15 de septiembre de 2023. Red+ Noticias conoció que muy en línea con las obras vendidas de la pluma más famosa de Colombia, la obra El quite, de 1988, un carboncillo sobre lienzo que mide 102 x 126 cm costará, de entrada, $ 2.000’0000.0000.
De los 90 lotes, seleccionamos los tres más costosos, sin contar El quite de Botero, la Corrida de Pablo Picasso y la María Mulata de Grau, solo para tener una dimensión del valor cultural de esta subasta en territorio colombiano. La voz de Jorge Pradilla se escuchará a las 8:00 de la noche, como ocurre cada 4 meses, cuando de negociar arte contemporáneo, religioso o colonial se trata.
Habrá un ciclo de inscripciones finales a las 6:00 p. m. y a las 8:00 de la noche subirá al estrado, con etiqueta clásica de corbata, el campesino que nació de carambola en una clínica de Bogotá hace 63 años. Jorge Pradilla abrirá la puja y en adelante motivará a los presentes al entonar con su voz aguardientosa ese tradicional estribillo que dice: “¡quién da más, quién da más…!”
Nota del editor: Este es un relato escrito por una persona que le puso el alma y el corazón.