¿Y a un coleccionista, qué le dirías hoy? Les diría que también es posible coleccionar con el corazón. Un coleccionista de Medellín me comentó que tenía una ‘colección del corazón’, y que yo hacía parte de ella; me pareció algo muy especial. Es ideal que un coleccionista combine el juicio con la pasión, y que, además, siga de cerca la trayectoria de un artista desde sus inicios. Creo que es clave para el artista, tanto emergente como de mediana trayectoria, contar con aliados y construir una relación cercana con sus coleccionistas, porque ellos terminan formando parte de los procesos y de la inspiración de la obra.

Cuando hablo de una colección del corazón, me refiero a algo que conecta con una idea que siempre he tenido: la primera regla de oro es que la obra debe atraparte, debe resonar contigo. Esa conexión genuina es la base de una colección significativa.