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Tierra Móvil – Selva en conflicto
mayo 2 @ 7:00 PM - mayo 31 @ 7:00 PM
Metáforas cromáticas
Eduardo Serrano
La obra de Oscar Villalobos constituye una especie de metáfora cromática sintonizada con la preocupación contemporánea sobre el porvenir del planeta. El artista es conocido por sus “paisajes urbanos”, en los que se explicita su interés por la movilidad citadina, en particular por Transmilenio, pero es más reconocido aun por sus representaciones de la vegetación libre, de grandes árboles y de flora incontrolada, de la selva: “marca de origen” de sus obras. Villalobos es oriundo del Guaviare y la selva brota espontánea y sigilosamente por entre la trama y la urdimbre de sus lienzos.
Pero no se trata de la selva interpretada simplemente como un lugar de naturaleza exuberante, sino de la selva como escenario de la vida nacional. En la selva ocurren muchos hechos que inciden fuertemente en el devenir del país, y entre ellos ocupa uno de los primeros lugares la guerra. La lucha contra el narcotráfico, contra la minería ilegal y contra los grupos armados; guerra que el artista ha plasmado en obras donde el colorido selvático del entorno contrasta fuertemente con el fragor y el fulgor de los estallidos bélicos.
Pero esas pinturas son ante todo y más allá de su temática coyuntural, un llamado de alerta, no sólo contra la utilización de la selva como escenario de desavenencias ideológicas y problemáticas económicas, sino en favor del respeto al planeta, de la protección de los entornos selváticos, un lamento ante su acorralamiento y extinción. Y así se entiende claramente en su reciente y sentida metáfora contada mediante la combinación de parajes selváticos con formas exactas, precisas, rectangulares, cuadradas, claramente alusivas a la “civilización” que, con sus geometría acerada o cementada, cada vez le arrebata más territorio a la naturaleza y más libertad a la fauna y flora nativas.
La premeditada combinación del colorido armónico de la naturaleza vegetal y el colorido ácido de los rectángulos que devoran su aparente caos, además de constituir un símil acerca de la confrontación cada vez más evidente entre el mundo natural y el mundo artificial, conforma imágenes por demás atractivas que envuelven al espectador en reflexiones que oscilan entre la ecología y la estética.
En resumen, su trabajo visibiliza la bifurcación de la pintura como placer estético y como herramienta útil para visualizar ideas y conceptos.