[vc_row equal_height=»yes» content_placement=»middle»][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»7305″ img_size=»full»][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]«Vas a una subasta, sale un Picasso, y hay un silencio sepulcral en la sala. Cuando finalmente se golpea el martillo indicando el precio, comienzan los aplausos. Vivimos en un mundo en el que se aplaude el precio, no el Picasso. No tengo nada más que añadir”.
Fran Lebowitz[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]