
World History Archive / Cordon Press
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A la manera de Donatello
La Virgen de la escalera es un bajorrelieve realizado con la técnica del stiacciato en una tabla de mármol de 57 x 40 cm que representa a la Virgen María dando el pecho a su hijo Jesús frente a una escalera en la que se encuentran otros niños. El stiacciato, literalmene aplastado, es una técnica escultórica que consiste en realizar un bajorrelieve con una variación mínima, tan solo milímetros en algunas zonas, respecto al fondo. Uno de sus iniciadores fue Donatello, a quien Miguel Ángel tenía como referente. En la década de 1430, Donatello había realizado la Madonna Pazzi, un trabajo que representa a la Virgen con el Niño en brazos de medio busto. Un stacciato que se hizo célebre ya en la época y que Miguel Ángel tomó como referente.

Pascal Deloche/Godong / Picture Alliance /GTRES
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Nacimiento… Y pasión
En su biografía de Miguel Ángel, Giorgio Vasari ya afirmaba que la Virgen de la escalera «fue ejecutada según el estilo de Donatello, y lo hizo tan bien que parece ser obra del propio Donatello, solo que posee mayor gracia y diseño». El relieve de Miguel Ángel representa un análisis fascinado de la Madonna donatellesca y a la vez un desafío. La Virgen de Miguel Ángel se ha interpretado como un presagio de la pasión y muerte de Cristo. Con una mirada ausente y una actitud distante hacia su hijo que, tal vez, profetiza futuras desgracias.

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Escalera al cielo
La escalera que asciende por detrás de la Virgen y su hijo otorga a esta pequeña obra un punto de fuga y esboza una perspectiva. La escalera, apenas tallada, representaría el ascenso al paraíso. Unas décadas antes, el Libro de la escalera del Paraíso atribuía a San Agustín la metáfora por la que la Virgen se convierte en escalera para la bajada de Jesús a la tierra y, a la vez, por la que pueden subir los mortales al cielo.

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Vuelta al mundo clásico
Sobre esta escalera se disponen un par de putti, ángeles con aspecto infantil, muy populares en el arte antiguo, pero que desaparecieron de las representaciones religiosas durante la Edad Media, Se atribuye precisamente a Donatello su recuperación durante el Quatroccento. Su imagen recordaba poderosamente a Cupido, por lo que era una manera de unir la tradición grecolatina con los modelos del arte religioso católico. Su representación sin alas constituye una novedad de Miguel Ángel.

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Pecados de juventud
Algunos expertos en la obra de Miguel Ángel han mostrado dudas sobre la atribución de este relieve, apoyándose, entre otras ideas, en sus imperfecciones anatómicas. Sin duda los pies de la Virgen y, sobre todo, su mano izquierda parecen impropias del genio que recrearía cada músculo del cuerpo humano con precisión en la Piedad, el David o el Moisés. Vista con detenimiento, la mano parece ciertamente desmesuradamente grande y su dedo corazón exageradamente alargado. Pero hay que recordar que el relieve, realizado seguramente antes de 1490, fue ejecutado por un niño que apenas contaba con 15 años, lo que en realidad reforzaría la idea de que se trata de una obra de un Miguel Ángel primerizo.

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Madonna lactante
El motivo iconográfico es el de la Virgen de la Leche, en la que se la representa en el acto de amamantar al Niño Jesús. El motivo ya fue mencionado en el siglo VII por el papa San Gregorio Magno y fue representado con profusión durante la Edad Media. Su origen habría que buscarlo en un sincretismo de origen oriental entre la pagana diosa Isis (diosa madre de la naturaleza) y la católica María. El joven Miguel Ángel representó al bebé en una postura inverosímil para lactar y a una escala desmesurada. Parece más una de sus típicas representaciones de cuerpos masculinos esculturales que la de un bebé. Este virtuosismo para representar la figura humana (aunque aquí vaya en detrimento del realismo) también lo mostró al recrear los pliegues de la ropa de la madre, que sigue la forma con gran realismo, sobre todo en la caída del ropaje sobre el asiento.

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¿Voluntariamente inacabada?
El contraste del cincelado en las distintas zonas del relieve es bastante acentuado. Mientras la virgen María (sobre todo su rostro) apuntan a una incipiente terribilita, que hace que la figura parezca surgir del interior de la piedra. La profundidad del cincelado disminuye a medida que la composición se aleja del punto de vista del espectador. Junto a la Virgen, los ángeles están apenas esbozados e, incluso, algunos detalles son vagos y difíciles de apreciar. ¿Fue deliberada la decisión de dejar la obra inacabada? La Virgen de la Escalera no es tosca, pero los detalles son vagos y difíciles de apreciar. Este estilo esquemático no hace más que acentuar la sensación de lucha.