Rodolfo Sánchez Lalinde

Nació en Bogotá, Colombia el 1° de Marzo de 1968.

Pintor y escultor, colombiano.

Lo primero que estudió fueron cursos de extensión de pintura en la Universidad Nacional.

A finales de la década de los 1980, dicho acercamiento al arte lo hizo sentir muy cómodo y lo ayudó a tomar la decisión de dedicarse a las líneas, los colores, las formas, y el silencio con el que suele pintar todos los días.

Fue en la capital de España donde se formó académicamente.

​Rodolfo Sánchez es figurativo o abstracto. No tiene problema con pasar de Santa Laura a un lienzo de formato monumental, cuál telón de boca, con colores como el rojo y el verde, difuminando con delicadeza un tono entre otro.

En la escultura le interesa el metal, también ha usado el concreto.

Entre los intereses de Rodolfo Sánchez, que ahora vive entre Jericó (Antioquia) y Bogotá, formado como pintor en las Universidades Nacional de Colombia, Universidad Complutense de Madrid, y como escultor en esta última y en la Universidad de Barcelona, España, hay una relación especial con la arquitectura, que tiene que ver con su historia personal, en la que su padre y sus hermanos arquitectos le mostraron en la infancia que las maquetas son sueños de dimensiones pequeñas que terminan volviéndose grandes obras.

Rodolfo Sánchez Lalinde es un escultor contemporáneo destacado por su trabajo en piedra y su enfoque en formas llamativas y colores vibrantes. A lo largo de su carrera, ha desarrollado un estilo único que fusiona técnicas tradicionales con una visión moderna, destacando la belleza y las texturas naturales de los materiales que utiliza.

Sánchez Lalinde ha participado en numerosas exposiciones tanto en su país como en el extranjero, y su obra es reconocida por su capacidad de transformar bloques de piedra en piezas de arte dinámicas y expresivas. Su interés por trabajar la piedra con colores llamativos ha sido uno de los sellos distintivos de su trabajo, lo que le ha permitido crear piezas que desafían las expectativas sobre este material.

A lo largo de su carrera, ha explorado temas que giran en torno a la naturaleza, la forma humana y la conexión entre lo orgánico y lo geométrico. Además de su trabajo en piedra, también ha experimentado con otros materiales, siempre con el objetivo de expandir las posibilidades creativas de la escultura.

Sánchez Lalinde ha buscado siempre la innovación, ya sea en la forma de presentar sus obras o en la interacción con su público. Como resultado, su trabajo ha logrado un equilibrio entre lo artístico y lo comercial, manteniendo siempre una conexión profunda con sus raíces y su pasión por la escultura.