DE VALER 1M € A DESPLOMARSE EN SUBASTA: LA BURBUJA DEL ARTE EXPLOTA POR EL FRAUDE DEL PRÓXIMO BASQUIAT
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El apetito por descubrir a los siguientes Andy Warhol o Basquiat, ha llevado a que multitud de marchantes y coleccionistas hayan invertido mucho dinero en obras que dentro de unos años tendrían que figurar en el panteón de las más codiciadas. Sin embargo, muchas de ellas se han quedado en nada. Estos son los artistas que hace tan solo tres años colocaban sus cuadros por un dineral y en 2024 se están desplomando.
ace tan solo tres años, justo después de la pandemia, las obras de toda una nueva generación de jóvenes promesas se volvieron de repente muy valiosas en el mercado del arte. Este fue el caso de Fewocious, quien con 18 años llegó a vender una pieza por 2,8 millones de dólares en Sotheby’s; o Justin Aversano, que hizo lo propio con otra por valor de 1,1 millones. Por aquel entonces estos artistas cabalgaban a lomos de un mercado emergente respaldado por el aumento de las NFT. Y ni mucho menos eran los únicos.
Flora Yukhnovich era otra artista plástica desconocida hasta el 2021, momento en que irrumpió en el mercado de las subastas con una propuesta que mezclaba el arte abstracto con el rococó (han leído bien) y, por qué no, también las frutas y las flores. Fue tal el hype que se produjo con su obra (campaña de comunicación mediante) que en cuestión de pocos meses los precios que se pagaron por sus cuadros alcanzaron fácilmente el medio millón, el millón e incluso los dos millones de euros. Ahí tienen, sino, Pretty Little Thing (796 mil euros), I’ll Have What She’s Having (2.1 millones de euros) o Tu vas me faire rougir (1,8 millones de euros), entre otras.
Al mismo tiempo que Yukhnovich, la prestigiosa galería internacional de Larry Gagosian comenzó a mostrar la obra de Anna Weyant, una promesa figurativa que combinaba la Edad de Oro holandesa con la cultura popular contemporánea y las redes sociales. Esto que a cualquiera en su sano juicio le tendría que parecer, cuanto menos, una paja mental de dimensiones extraordinarias, se llegó a vender por encima del millón de euros, y no una ni dos veces precisamente. De hecho, la demanda fue tan alta que cada una de sus piezas, desde los pequeños formatos hasta los grandes lienzos, desde los retratos hasta las naturalezas muertas, se vendieron por un precio mucho más alto del inicialmente estimado. Para 2022 se convirtió en la artista número 205 con mayor desempeño en el mercado mundial de subastas, todos los períodos y categorías artísticas combinadas.
Lo normal sería pensar que todos y cada uno de estos artistas hoy siguen vendiendo con más o menos la misma aceptación en el mercado. Pero siento decirles que esto no es así porque sus precios, lejos de mantenerse, se han desplomado. O dicho de otra forma: que los coleccionistas que los compraron con la mínima esperanza de que se revalorizasen en un futuro, aunque este fuese muy lejano, hoy deben estar encantados.
Las últimas subastas de Fewocious que tuvieron lugar en 2023 y 2024 (Fauve París y Blanchet & Associés respectivamente), quedaron desiertas. En lo que llevamos de año, el récord de Flora Yukhnovich ha sido de tan solo 52 mil euros. Y Anna Weyant ha pasado de generar más de siete millones en 2022, a un millón y medio en 2023 y 300 mil euros en 2024, colocando cuadros por incluso uno unos modestos 30 mil y 40 mil euros. Algo impensable en su primer año.
Esta lista en realidad tiene más nombres como Amoako Boafo o Christina Quarles, que vivió un boom en 2022 impulsada por Houser & Wirth para después bajar drásticamente también sus remates. Lo que irremediablemente nos hace preguntarnos, ¿estaban sobrevalorados muchos artistas?
Flora Yukhnovich
Anna Weyant
Amoako Boafo
Christina Quarles
EL BOOM DE LAS ‘WET PAINT’
Lo normal sería pensar que todos y cada uno de estos artistas hoy siguen vendiendo con más o menos la misma aceptación en el mercado. Pero siento decirles que esto no es así porque sus precios, lejos de mantenerse, se han desplomado. O dicho de otra forma: que los coleccionistas que los compraron con la mínima esperanza de que se revalorizasen en un futuro, aunque este fuese muy lejano, hoy deben estar encantados.
Las últimas subastas de Fewocious que tuvieron lugar en 2023 y 2024 (Fauve París y Blanchet & Associés respectivamente), quedaron desiertas. En lo que llevamos de año, el récord de Flora Yukhnovich ha sido de tan solo 52 mil euros. Y Anna Weyant ha pasado de generar más de siete millones en 2022, a un millón y medio en 2023 y 300 mil euros en 2024, colocando cuadros por incluso uno unos modestos 30 mil y 40 mil euros. Algo impensable en su primer año.
Esta lista en realidad tiene más nombres como Amoako Boafo o Christina Quarles, que vivió un boom en 2022 impulsada por Houser & Wirth para después bajar drásticamente también sus remates. Lo que irremediablemente nos hace preguntarnos, ¿estaban sobrevalorados muchos artistas?
En cualquier caso, no todos los jóvenes están cayendo. Toyin Ojih Odutola tuvo un buen 2021 y 2022, y después de un 2023 con bajas cifras en subasta, en 2024 ha vendido una pintura por casi un millón y medio de euros. Y no en Hong Kong precisamente, donde se inflan los precios. Sino en Nueva York. Exactamente igual que Loie Hollowell, que aunque deja muchas de sus subastas desiertas (probablemente por lo alto que están cotizadas sus obras) continúa teniendo una buena aceptación entre los coleccionistas con obras colocadas desde 200.000, el medio millón y hasta el millón de euros.
¿Quiénes serán los Andy Warhol y Basquiat del mañana? El apetito del mercado por encontrar a las nuevas estrellas del arte ha llevado a que multitud de marchantes y coleccionistas hayan invertido mucho dinero en una burbuja que muestra síntomas de estar desinchándose. Que estos artistas superen la prueba más difícil de todas, el tiempo, es algo que solo sabremos dentro de unos años.